jueves, 17 de mayo de 2012

La Eutanasia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia como aquella "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente"1.

Esta definición resalta la intención del acto médico, es decir, el querer provocar voluntariamente la muerte del otro. La eutanasia se puede realizar por acción directa: proporcionando una inyección letal al enfermo, o por acción indirecta: no proporcionando el soporte básico para la supervivencia del mismo. En ambos casos, la finalidad es la misma: acabar con una vida enferma.

Esta acción sobre el enfermo, con intención de quitarle la vida, se llamaba, se llama y debería seguir llamándose homicidio. La información y conocimiento del paciente sobre su enfermedad y su demanda libre y voluntaria de poner fin a su vida, el llamado suicidio asistido, no modifica que sea un homicidio, ya que lo que se propone entra en grave conflicto con los principios rectores del Derecho y de la Medicina hasta nuestros días.

Desde el punto de vista de quién la practica, existen dos tipos de eutanasia: la pasiva y la activa. En el caso de la primera, se entiende cuando se deja morir al paciente, es decir, es por omisión; en cambio, la segunda requiere de una acción de otra persona para “ayudar” a morir al enfermo, y por lo mismo es mencionada a veces como "muerte asistida". La eutanasia pasiva (o indirecta), no es propiamente una eutanasia ya que lo que busca es mitigar el dolor físico del enfermo, a pesar de que la ausencia de ese tratamiento pueda acortar efectivamente su vida; en este caso no se está buscando la muerte. También, se puede clasificar desde la perspectiva del paciente, siendo una eutanasia voluntaria o involuntaria 2.

En oposición al concepto de eutanasia, está el de distanasia. Éste se entiende como el mal morir y se produce cuando se pretende conservar la vida de una persona bajo cualquier circunstancia. También se le conoce como ensañamiento, encarnizamiento terapéutico u obstinación terapéutica. El tema es de incesante controversia, y los valores, las creencias, el trasfondo cultural y familiar llevan a las personas, países e instituciones a pronunciarse sobre el tema. La Asociación Médica Mundial la rechaza, por ser contraria a la ética; sin embargo se considera que un paciente tiene el derecho de rechazar su tratamiento médico. La legislación también es variada al respecto; por ejemplo la eutanasia es ilegal en prácticamente todos los Estados Unidos, mientras que en los Países Bajos está permitida en ciertos casos, y en Suiza la ambigüedad en la legislación la permite en cierta medida. Es un tema que se mantiene como foco de discusión por el mundo entero, y seguramente lo seguirá siendo 2.


La posición de la Iglesia Católica con respecto a la eutanasia está contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica y lo expresa en los siguientes artículos:

2276 Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible.

2277 Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.
Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre (cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Iura et bona).

2278 La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos tratamientos es rechazar el “encarnizamiento terapéutico”. Con esto no se pretende provocar la muerte; se acepta no poder impedirla. Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si para ello tiene competencia y capacidad o si no por los que tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente.

2279 Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.

2324 La eutanasia voluntaria, cualesquiera que sean sus formas y sus motivos, constituye un homicidio. Es gravemente contraria a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador.


Mi posición personal con respecto a la eutanasia es que bajo ninguna circunstancia se le puede quitar la vida a ningún ser humano. Se conocen varios casos dramáticos, mencionaré dos casos dramáticos de toma de decisiones:

El primero es el caso del guerrillero que ve caer herido a un compañero, él sabe que no puede dejarlo con vida para que caiga en manos del enemigo, bajo sentencia de muerte para él. Considero que en éste caso, él no debe atentar contra la vida de su compañero y por el contrario, luchar por salvarle la vida.

El segundo caso es cuando existe un embarazo de algo riesgo y los médicos proponen eliminar a la criatura para no poner en riesgo la vida de la madre. Lo correcto es luchar por la vida de los dos seres y más aún cuando se dispone en la medicina de una gran cantidad de aparatos y conocimientos médicos para garantizar la vida de madre e hijo.




Bibliografía:


Reflexión: La ecología como nuevo espacio de lo sagrado


Presento las ideas relevantes del artículo “La ecología como nuevo espacio de lo sagrado”  de Leonardo Boff y las reflexiones a partir de este concepto.




“El ser más amenazado de la naturaleza no es el oso panda de china, ni las ballenas, son los pobres del mundo. En efecto dos terceras partes de la humanidad viven en la miseria y sesenta millones de personas mueren cada año de hambre”. “Hay una máquina de muerte que está amenazando nuestro planeta”. “Economía quiere decir casa humana”.



La máquina de muerte que está amenazando nuestro planeta, es la aplicación económica de favorecer a las grandes empresas con la creencia que si a las empresas les va bien, a todos nos va bien. Se le dan todas las garantías a los bancos, a los conglomerados, a las empresas mineras, etc.

Ese es un concepto que debemos cambiar, no es justo que se gasten todo el dinero en favorecer y proteger a unos pocos, cuya riqueza no se irriga a la sociedad, sino que la explota.

La ortodoxia económica, nos indica que el dinero que se invierte en los pobres irriga en todos los circuitos económicos de una sociedad, ellos tienen una mayor “propensión marginal al consumo”, es decir, se gastan la plata. Por lo tanto, todos producen y venden, y “todos ganamos”.

En que todos tengamos ingresos para cumplir nuestras necesidades, no es una cuestión filantrópica, es una ley económica, que se requiere para que todas las empresas y negocios sean prósperos y la economía sea dinámica.

La manera como se está haciendo ahora, de ayudas y limosnas, a través del SISBEN, de comedores para la tercera edad, de subsidio alimentario para niños, me parece degradante y que se presta para la corrupción y la vagamundería.

A los pobres y en general a toda la población se le debe dar oportunidad de educarse (no solamente capacitarse) y tener una ocupación productiva digna con todas las garantías sociales que le permita desarrollar todas sus capacidades productivas, y cumplir sus obligaciones con su familia y con la sociedad.

Se debe, específicamente, brindar una ocupación a los jóvenes para alejarlos de los vicios y planear una vida productiva.


Dice Jesús: “Yo soy el universo, el universo salió de mi y el universo retornó a mi, corta un trozo de madera, yo estoy dentro, levanta una piedra, yo estoy debajo de ella porque yo estaré con vosotros hasta la consumación de los días”. “No se trata que vengan otros a decir cosas sobre Dios, no, es hacer nosotros la experiencia de Dios”. “El pan en teísmo: todo está en Dios o Dios está en todo”.




Podríamos decir que Dios son las leyes que rigen a la naturaleza, por lo tanto son inmutables y debemos conocerlas, respetarlas y también disfrutarlas.

Esto nos invita a vivir en armonía con todos los seres, específicamente con los otros seres humanos que son templos vivientes del cristo cósmico.

Se ha querido trasladar los experimentos de Darwin en la biología, “la supervivencia del más fuerte”. Al funcionamiento sociológico de nuestra sociedad y muy especialmente al funcionamiento económico-financiero de nuestro país. Los resultados han sido desastrosos y desconocen la parte trascendente de cada ser humano, su importancia como ser espiritual y no como ente consumidor de cosas.


¿Cómo vamos a construir la casa, para que todo pueda vivir en armonía, paz y justicia, donde haya alegría para habitarla y no existan amenazas?




Es una pregunta para un Ingeniero Civil. Debemos comenzar por la conciencia, el cambio de mentalidad, el principio está con como pensamos.

Nuestros indígenas pensaban que la tierra no tenía dueño, que ella producía para todos, para toda la comunidad.

Una nueva manera de pensar, es lo que exige ésta crisis, crisis que no vemos porque los medios de comunicación la esconden, pero que nos afecta de diversas maneras.


“El hombre está llamado a pilotear la creación”







Según la Segunda Ley de la Termodinámica (la entropía), todo tiende al caos, a la dispersión, a la pérdida de energía.

El hombre debe pilotear a la naturaleza, accionar para evitar el caos, poner orden en sus cosas y en su alrededor, todo limpio, bello y bueno exige esfuerzo. Solo cuando el hombre está muy cansado y continua su trabajo, Dios lo ayuda para que camine con éxito.

martes, 6 de marzo de 2012

LAS FACULTADES ESPIRITUALES DEL HOMBRE

Introducción: Las ventajas que se obtienen al pensar en un hombre como ser material y espiritual son diversas. Pero sería más interesante pensar en un profesional (varón y mujer) como ser material y espiritual. Muchos de los profesionales de hoy en día tienden a ser mas materiales e interesándose poco o dejando a un lado lo espiritual.

El papel del hombre (varón y hembra) en la tierra no puede desempeñarse a cabalidad si no se tiene conciencia de la presencia de Dios en el hombre y se cultivan las cualidades espirituales que se deben alcanzar para considerado como un ser humano.


Contenido: Tenemos facultades divinas ya que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.

Jesús se consideraba templo de Dios ya que este templo será destruido y yo lo reconstruiré en tres días por lo tanto consideraba que la principal residencia de Dios es el cuerpo humano. Además dijo que lo que yo he hecho lo harán ustedes algún día y mucho más, manifestando con esto todas las posibilidades que tiene un hombre. Jesús además nos dio el espíritu santo para que habitara en nosotros; el espíritu santo es Dios, por lo tanto esta en nosotros.

Los budistas explican su doctrina que el hombre debe alcanzar el estado de iluminación que consiste en tener la divinidad en su interior y ver esa divinidad en los otros seres.

Los hinduistas consideran la presencia de la madre divina en la naturaleza y en todo lo creado, incluido el hombre. El hombre puede sintonizarse con esta presencia divina a través del sonido “om”.

Erich Fromm menciona en su libro “La condición humana actual” al místico Eckhart: “Uno no debería aprehender a Dios, ni considerarlo exterior a uno mismo, sino como algo propio y que está dentro de nosotros”1.

Asimismo algunas corrientes filosóficas modernas haciendo eco de la presencia de Dios en el hombre indican que este debe actuar de manera despierta, teniendo conciencia de su divinidad y de estar completamente concentrado en su misión y en todo lo que hace. Para ellos el demonio es la inconciencia y la distracción.  Por lo tanto debo hacer uso del discernimiento para saber que es conveniente hacer y que no se debe hacer.

Por todo lo anterior el hombre debe cultivar en su comportamiento con los demás las facultades espirituales, como son el amor divino y la compasión. Teniendo en cuenta la presencia del espíritu santo en él y en los demás.

En mi trabajo como ingeniero, debo desarrollar las facultades divinas de la imaginación y la voluntad; la imaginación me permite crear y ser coparticipe de la creación con Dios, hacer cosas bellas y útiles para el hombre; la voluntad es la decisión de hacer las cosas bien hechas hasta terminarlas. En mi labor como ingeniero  debo ejercer la autoridad para hacer los cambios que sean necesarios en la naturaleza y guiar a los hombres a mi cargo, de acuerdo con el respeto y el conocimiento adquirido.

Como miembro de la familia y de la sociedad, debo tener la fe en la evolución y ser contributivo  en el desarrollo de acuerdo a la evolución de la sociedad y del ser humano.


Conclusión: El hombre solo puede cambiar su condición y a la sociedad en general si asume su responsabilidad como ser espiritual.


Un hombre (varón y hembra) solo alcanza la categoría de ser humano si desarrolla permanentemente las facultades espirituales del amor divino, la compasión, la imaginación, la voluntad, la fe en si mismo, y la autoridad para llevar a cabo su labor.

Un hombre que se limite de manera material solamente a nacer, crecer, desarrollarse, reproducirse y morir, sin cultivar las facultades espirituales arriba mencionadas no puede considerarse humano.




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1. FROMM, Erich. La condición humana actual. Ed Círculo de Lectores, p. 181.